El Mirandés remonta a base de convencimiento en su fútbol (2-1)
Los rojillos, que se fueron perdiendo al descanso inmerecidamente, no cambiaron su guion de partido y acabaron remontando por convencimiento y buen fútbol.
Otra victoria en Anduva. Y van... Cero derrotas. Aunque hoy pareció sobrevolar el feudo rojillo. Quien solo viese el resultado, 1-0 al descanso, podría pensarlo. Quien ocupase su butaca en Anduva, nunca lo llegó a plantear. Al menos por justicia. Y es que, el gol de Yurrebaso al filo del ecuador no pudo ser más injusto. Una tuvieron. La metieron. Menos mal que los tantos de Sergio y Rodrigo, en la segunda mitad, impusieron la ley de Anduva. La de toda la temporada. La del triunfo tras triunfo.
De nuevo un C.D. Mirandés dominador. Vertical. Ambicioso. Y fresco. Sobre todo esto último. Atrás ya la Copa RFEF -o mejor dicho, en las vitrinas del Club- los de Borja Jiménez por fin habían podido preparar el encuentro de hoy durante toda la semana. Y no se equivocaron en el planteamiento. Y es que los quinces primeros minutos fueron de auténtico asedio. Sin premio, eso sí. Guridi y Rodrigo, en la misma jugada de Álvaro Rey por banda derecha, fueron quienes más cerca estuvieron del gol en este arranque. El extremo sevillano percutía una y otra vez por su lateral volviendo loca a la defensa visitante. Ganaba línea de fondo, pero sus centros atrás nunca encontraban rematador. Sí lo encontró el C.D. Mirandés a la media hora de juego. Odei, hoy de vuelta a los terrenos de juego tras superar su problema en el hombro. Remató certero. Preciso. Potente. Colocado. Y la fortuna se apiadó de Iturrioz que se encontró a contrapié con el remate y atajó hábil el balón una vez lo tenía ya en la mano. El primer tiempo parecía condenado al 0-0 pero, de la nada, gol de la SD Leioa. La que tuvieron la metieron. Yurrebaso en jugada a balón parado. Los fantasmas del encuentro de la primera vuelta sobrevolaban Anduva. Descanso.
No tocar nada. Era más o menos la idea del cuerpo técnico como posteriormente reconocería Borja Jiménez en sala de prensa. Dos ajustes tácticos y confiar en lo que se estaba haciendo. Confianza. Sobre todo confianza. Y es que el C.D. Mirandés estaba siendo muy superior. Volvía a demostrarlo. Minuto 47. Álvaro Rey a la cruceta. Zurdazo imperial tras una jugada individual por el centro de la zaga. A la madera. Primer aviso. Guridi un minuto después, solo, absolutamente solo para empujar y su disparo se estrella con Claudio que hizo de portero. Segundo aviso. Subrealista esta vez. No hubo un tercero. Porque a la tercera Sergio estampó el balón en la red en plancha con la puntera de la bota en el segundo palo. Empate y casi 40 minutos por delante. A por la remontada.
El asedio seguía siendo constante. Jugada tras jugada el área de la S.D. Leioa amenazada por las filas rojillas. Y penalti a favor. Minuto 63. Álvaro Rey desde los 11 metros, adivina Iturrioz. Nuevo varapalo. Nueva razón por la que levantarse. Y vaya si lo hicieron. La réplica tuvo nombre propio y una firma espectacular. Bellísima. Rodrigo en el pico del área izquierdo, se la acomoda a su diestra dejando el hueco justo delante de su par para enganchar el disparo. Trallazo en busca de la portería. Dibuja una rosca preciosa. Acaricia la escuadra. Iturrioz no llega. Besa la red. ¡Es gol!
A veinte minutos para la conclusión, el C.D. Mirandés se había impuesto a todos los obstáculos. Y aún pudo ampliar su ventaja en un remate de Matheus en área pequeña en la enésima incursión de Álvaro Rey por su banda para servir en bandeja al brasileño. No hubo tiempo para más. Nueva victoria en casa. Nueva lección de fútbol. Nuevo partidazo. ¡Misma ilusión para lo que viene!