C.D. Mirandés 0-0 C.E. Sabadell

C.D. Mirandés 0-0 C.E. Sabadell

32ª jornada de Liga Adelante la que recibían en Anduva Mirandés y Sabadell, ambos conjuntos ansiosos por sacar los tres puntos aunque con una ligera ventaja los de casa -por esa condición que otorga jugar de locales- en las quinielas para conseguirlos. Pero como siempre, las predicciones en esta Liga Adelante valen más bien de poco.

Salieron los once juadores de Carlos Terrazas con el cuchillo entre los dientes, con una intención clara que se había repetido durante toda la semana en el seno rojillo: ganar, ganar y ganar. Y así lo demostraron. Ni siquiera con el primer minuto cumplido, los locales ya estaban sacando su primer saque de esquina, a lo que no tardó en llegar cuatro minutos después el segundo. Síntoma claro del carácter ofensivo que se habían marcado las líneas rojillas. Una presión alta, buena combinación de balón y verticalidad en sus acciones, fueron los ingredientes perfectos en este inicio de partido para encerrar poco a poco a su rival que aprovechaba cualquier contraataque rápido para desahogar por banda derecha con su hombre más rápido, Collantes, que fue quien más peligro trajo al área local por la banda de Gorka Kijera. Sin embargo, ya con los 25 minutos de juego cumplidos, los arlequinadas se vieron obligados a cambiar su dinámica de juego si no querían encajar el primer gol e ir a remolque durante el resto de partido, con lo que eso supone más aún si cabe cuando se juega con la condición de visitante. Así pues, y basando su juego en las aberturas a banda para sus extremos, estirando todo lo posible el campo hasta la línea de cal, llegaron algunos centros peligrosos en los que tanto Aitor como Kijera, principalmente, así como los centrales Caneda y Ortiz acertaron a despejar salvaguardando la meta de su compañero Razak. Precisamente uno de los centrales, Ortiz, tendría su protagonismo particular en ataque poco después, hacia el minuto 35, en la que puede decirse que fue la más clara del C.D. Mirandés en estos primeros 45 de juego. Fue un centro de Jordi Pablo en un libre directo algo escorado a la izquierda, en la que el 19 rojillo le puso la rosca perfecta para que la pelota girase con fuerza y dibujando una parábola perfecta que llegó a una zona inmejorable en el corazón del área para que el central llegase mínimamente a peinar y dejar inmóvil a Nauzet que de haber tomado la dirección correcta el balón hubiese podido ver el primero en su portería. Pero no hubo fortuna. Tampoco la hubo en una jugada parecida cinco minutos después, en la que Urko Vera llegó a tocar u  nuevo centro desde la izquierda con la puntita de la bota pero la pelota no cogió la dirección correcta y se marcho lamiendo el palo derecho de la meta arlequinada. Y no hubo tiempo para más.

Y si buenos fueron los primeros minutos de juego del C.D. Mirandés sobre Anduva,  mejores aún los que protagonizaron tras el paso por vestuarios. Como si de un revulsivo se tratase, los jugadores de Carlos Terrazas salieron con las líneas más adelantadas que nunca, sin dejar respirar al contrario con una férrea a la par que efectiva presión y protagonizando lo que sin duda fueron los mejores minutos de fútbol rojillo. Las combinaciones surtían efecto, de banda a banda y también entre líneas. Buscando abrir el campo o haciendo daño con balones interiores a la zona de Urko Vera, bien respaldado por detrás por un expeditivo Pedro Martín y Fran Carnicer. Pero la pelota no quiso entrar esta tarde. La tuvo el propio Urko Vera en el 48, al palo. La tuvo tres minutos después Pedro de tacón, desviada. Igor Martínez, Pedro Martín otra vez… pero todas con el mismo resultado. No encontraban portería los disparos de los locales que pese a la mala fortuna en sus remates no cesaban en su intento y tenían muy controlado al rival que, si acaso, generaban escaso peligro en alguna contra a la salida de algún córner o en alguna pelota perdida con los laterales tan adelantados. Pero si una cosa no se le puede achacar al Mirandés hoy fue la valentía y ahínco en búsqueda del tanto de la victoria. Nauzet también fue desgraciadamente protagonista al malograr un libre directo lejano perfectamente ejecutado por Rúper primero, y al tapar bien un mano a mano con Pedro dentro del área. Pero no era el día para que el marcador se moviese.

Al final reparto de puntos en Anduva pese a la superioridad mostrada por los rojillos -sobre todo en la segunda mitad- y las ocasiones sin premio. Con este punto el Mirandés consigue cambiar de dígito en la clasificación y seguir sumando una jornada más para colocarse ya con 40 puntos en la tabla a falta de diez jornadas por disputarse.